Hay una frase o expresión típica en las relaciones de pareja que, aplicada al branding y la publicidad –con una vueltita de rosca– es una frase que cambia para siempre la relación con tus clientes.
No soy yo, sos vos.
Si pensamos que lo que quieren las empresas es construir una marca fuerte y tener una buena relación con sus clientes, la frase, en este caso significa que esa relación no se centra en vos mismo, ni en tu negocio, ni en tu producto o servicio. Se centra en el cliente. Y toda tu comunicación debe mostrar que entendés el problema que tiene el otro y cómo podés ayudarle.
Existen técnicas de copywriting persuasivo para escribir mejores textos en un website, e-mail o anuncios en redes sociales. También hay infinidad de libros y cursos que explican secretos y fórmulas para esto.
El libro Las Cartas de Venta de Robert Collier está lleno de ejemplos geniales y recursos para escribir textos contundentes. Pero las cosas empiezan a cambiar cuando hay un interés sincero en ayudar a tus actuales y potenciales clientes.
¿Suena altruista o algo inocente? Sí. Pero, en el fondo, vas a querer ayudarlos porque es mejor negocio.
Para lograr tus objetivos como empresa, lo mejor es construir una relación con tus clientes ayudándolos a lograr los suyos.
Cultivando esa relación, el aumento de tu awareness de marca y de tus ventas, va a ser inevitable.
Lo primero que necesitás para encarar acciones con este enfoque es identificar cuáles son las principales preocupaciones o problemas de tu público objetivo.
Muchas empresas creen que conocen los problemas o la motivación de sus clientes. Así, invierten recursos en lo que piensan los directores, aún cuando ellos no están incluidos dentro de su target.
La forma más directa es preguntarles. No hay que tener miedo a preguntar. Al contrario, demuestra un interés genuino.
Aquel que pregunta es un tonto por cinco minutos, pero el que no pregunta será un tonto para siempre.
Proverbio chino
Podés hacer encuestas a través del canal de comunicación que más uses con tus clientes. Puede ser vía e-mail, WhatsApp, con un post en redes sociales, etc.
Dar un premio como incentivo o compartir información valiosa a cambio de sus respuestas es una buena estrategia. Si tenés presupuesto para una investigación de mercado hecha por profesionales, también.
Podés usar búsquedas sugeridas de Google para conocer sus preocupaciones. Escribiendo palabras relacionadas a tu negocio o comienzos de frases que supongan una problemática, sin completar toda la frase, para ver qué está buscando la gente.
Por ejemplo: “cómo se si…” “por qué cuando…” “siempre que…”
Podés descubrir comentarios reveladores en artículos de blogs, foros y hasta en posts de tus competidores en las redes sociales. Te sorprenderías de las preocupaciones que nosotros mismos encontramos para algunos clientes.
Si podés adaptar tus productos o servicios en función de la información encontrada, es lo ideal. Pero ya el hecho de tocar estas motivaciones y preocupaciones en tu comunicación te ubica años luz de tus competidores, que siguen hablando de sí mismos.
Por si hace falta repetirlo: Una buena relación no se construye hablando de vos, ni de tu empresa, ni de tus productos. Se construye ayudando a tus clientes.